Son multitud los edificios y espacios insólitos que esconde la ciudad de Barcelona; la mayoría de ellos son desconocidos incluso por los propios barceloneses. Por eso el hotel H1898 propone un recorrido por algunos de los espacios con más encanto, y a la vez menos conocidos, que le rodean.

Cómo sois much@s los que me leéis de fuera,os explico un poco el recorrido,por si os apetece hacer una escapadita ;)

El hotel H1898, pertenece al grupo de hoteles Núñez i Navarro, está ubicado en uno de los edificios más singulares de la conocida Rambla de Barcelona, una de las zonas más emblemáticas y con más interés histórico y cultural de la ciudad. Su fuerte personalidad histórica y su pasado arquitectónico como antigua Compañía de Tabacos de Filipinas habitan en perfecta armonía con la modernidad propia del siglo XXI. En su interior, destacan los detalles de su cuidada decoración, la perfección de los acabados de estilo colonial y la calidez que desprende. Todo ello convierte al H1898 en un rincón ideal para alojarse y descubrir los encantos más secretos y mágicos de Barcelona.



En la misma Rambla, se alza la Casa Bruno Cuadros, popularmente conocida como La casa de los paraguas. En sus inicios el edificio acogía una antigua tienda de paraguas y de ahí que éste sea el objeto decorativo de sus paredes exteriores. El elemento más emblemático del edificio es un dragón chino que cuelga de una de las esquinas y sostiene un farol de hierro del cual cuelga otro paraguas. Vale la pena reparar en los elementos orientales decorativos que visten la fachada de esta obra del arquitecto Josep Vilaseca.



Entre La Rambla y Via Laietana, una de las principales arterias de la ciudad, el Palau Moxó es otra de las propuestas del H1898. Construido en 1770 por el maestro de obras de la Catedral de Barcelona, Francisco Mestres, el edificio presenta un estilo barroco con tintes clásicos. Es el único palacio privado barcelonés del siglo XVIII que se conserva hoy en día, manteniendo el encanto de sus interiores originales. Una visita perfecta para disfrutar de los
pequeños detalles que lograran que el visitante reviva momentos de su historia.

Muy cerca también del Palau Moxó, junto al Palau de la Música Catalana, la Casa de la Seda se convierte en protagonista. Considerada Bien Cultural de Interés Nacional, ha conseguido mantener todo su encanto y reminiscencia histórica desde que Joan Garrido Bertràn la construyera entre 1758 y 1763.




La Cerería Subirà, uno de los establecimientos comerciales más antiguos y emblemáticos de la ciudad, es otro punto de parada obligatoria. Sus inicios se remontan a 1761, y desde entonces comercializa una gran variedad de velas y accesorios de cera fabricados con la mejor parafina. Más que una tienda es una joya en pleno centro histórico de Barcelona que ilumina los hogares de todos los curiosos que se acercan a adquirir alguna de sus
creaciones.




Para finalizar la ruta, vale la pena dedicar unos minutos a descubrir la Biblioteca Pública Arús, una de las bibliotecas con más historia de Barcelona. Fue fundada por expreso deseo del periodista y dramaturgo Rossend Arús y hoy en día funciona también como centro de investigación especializado en movimientos sociales. Una majestuosa escalera preside la entrada, con columnas de estilo jónico a ambos lados y una pequeña réplica de la
neoyorkina estatua de la libertad que da la bienvenida a todo aquel que quiera
viajar en el tiempo a través de las páginas de sus libros.